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Si te interesa el tema de la sostenibilidad seguro que ya te has cruzado en el mercado con algún champú sólido y te ha llamado la atención. Es importante no confundirlo con el champú seco, que es el que se usa sin agua y sólo de forma puntual para espaciar lavados.
El champú sólido se usa con agua, de forma similar al jabón en pastilla para el cuerpo. Lo diferenciarás porque el formato es una pastilla normalmente redonda, aunque también los hay con formas más originales y cuadrados, pero no todos son iguales en términos de formulación. Quizás ya eres usuaria desde hace tiempo pero pensabas que todos eran iguales…
Me presento, soy Irene de ideimperfecta, dirijo una empresa de cosmética natural sólida y soy una apasionada de la vida sostenible. Puedes encontrar mis productos en mi web ideimperfecta.com.
En este post quiero hablarte de todas las ventajas del champú sólido, y también ayudarte a diferenciar todos los tipos de champús sólidos que puedes encontrar en el mercado.
¿Empezamos?
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Para entender el porqué de los champús sólidos y su auge en el mercado tenemos que hablar de las ventajas que estos suponen respecto al champú convencional que normalmente va contenido en un bote de plástico.
La principal ventaja por tanto es esa, que no necesitan envase como tal, al no contener fase acuosa y ser sólidos no requieren envase plástico, su packaging suele ser papel o cartón reciclable. Además, son mucho más fáciles de transportar porque no se rompen, pesan poco y no suponen ningún problema a la hora de viajar en cualquier tipo de transporte.
Otro punto a favor es la caducidad, que suele superar los 30 meses por lo tanto tienen un periodo de uso una vez abiertos de unos 12M según el fabricante. No suelen necesitar conservantes al no tener fase acuosa, pero si llevan normalmente son conservantes naturales derivados de semillas de pomelo, minerales etc.
La formulación en general se compone de ingredientes de origen natural (aceites vegetales, arcillas, aceites esenciales etc…) y en general componentes mucho más afines a nuestra piel y cabello que los derivados de la industria petroquímica como las siliconas.
También duran bastante más, porque son compactos. En resumen, no estás pagando un alto precio por un bote con agua y poco más, si no que pagas por componentes activos concentrados, el agua la añades tú poco a poco. Por eso pueden durarte varios meses dependiendo de la longitud de tu cabello o de las veces que lo uses a la semana.
Si es cierto que no todo son ventajas, algunas veces necesitan un periodo de adaptación para que el cabello se deshaga de las sustancias que depositaban sobre él tus anteriores champús convencionales y muestre su verdadero estado. Puede darte la sensación de que está más encrespado o rugoso, pero tras su uso continuado o la combinación con mascarillas naturales y acondicionador sólido, el pelo recupera su brillo natural y queda genial.
Ahora hablemos de los tipos de champús sólidos. En el mercado puedes encontrar un montón de productos que se venden bajo el nombre de “champú sólido” pero a mi me gusta diferenciarlos según su formulación. Así podemos encontrar principalmente: saponificados en frío, elaborados con tensioactivos en polvo, o low-poo sin tensioactivos.
1. CHAMPÚS SÓLIDOS SAPONIFICADOS EN FRIO
Los saponificados en frío son básicamente jabones, puedes identificarlos porque en su lista de ingredientes (INCI) aparece la sosa o sodium hydroxide, o en ocasiones el nombre del aceite vegetal utilizado para fabricarlo ya saponificado. En el caso del aceite de oliva sería sodium olivate, en el caso del aceite de coco sería sodium cocoate etc.
Aunque a estos productos se les llame champú sólido no te los recomiendo en absoluto, no dejan de ser un jabón con un ph muy básico (7-9) nada recomendado para el cuero cabelludo que se sitúa en torno a 5,5. Seguro que te dirán en el envasado que luego puedes aclarar con vinagre, y también que son los más ecológicos. Y sí, todo eso es verdad, pero yo no te recomiendo ese cambio de pH en tu cuero cabelludo, porque te acabará debilitando el cabello.
2. CHAMPÚS SÓLIDOS ELABORADOS CON TENSIOACTIVOS EN POLVO
Este tipo de champús son los más comunes, se elaboran normalmente con tensioactivos en polvo derivados del coco, algunos pueden contener sulfatos como el SCS u otro tipo de tensioactivos sin sulfato como el SCI, SLSA, SCG etc. Hay infinidad de tensioactivos de este tipo y la mayoría son altamente biodegradables.
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Su ventaja respecto al resto es que el pH suele ser muy similar al cuero cabelludo (5,5), siempre y cuando esté bien formulado. Son bastante suaves e hipoalergénicos especialmente en el caso del SCI y SLSA y permiten elaborar un champú muy compacto y duradero. Si me preguntas mi opinión personal, estos son mis favortios y los que elaboro personalmente para mi tienda.
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3. CHAMPÚS SIN TENSIOACTIVOS
También llamados no-poo o low-poo porque no hacen espuma, son un tipo de champú muy suave normalmente en formato sólido o polvo que se utiliza en el caso de no querer utilizar tensioactivos para lavar de forma rutinaria el cabello.
Algunos están compuestos de activos o plantas naturales que tienen poder detergente. Por ejemplo, las saponinas que se encuentran en las nueces de lavado o en plantas ayurvédicas como el shikakai y el amla.
No están recomendados para su uso continuo ya que tiene un limitado poder de limpieza y pueden generar que se acumule suciedad en tu cuero cabelludo dando lugar a un problema mayor. Pero sí son útiles para combinar con otros tipos de champús o espaciar lavados.
Así que, a grandes rasgos, eso es todo lo que quiero contarte sobre los diferentes tipos de champús sólidos.
¿Qué te ha parecido?
Espero que este post te haya ayudado a conocer un poco más el maravilloso mundo de los champús sólidos, y sobre todo saber elegir cuál es el idóneo para tus necesidades.
Ah, que no se me olvide, para terminar, respondo a la pregunta que planteamos en el título:
¿Son sólo una moda los champús sólidos? En mi opinión NO, los champús sólidos han venido para quedarse.
Y ojalá sea así, porque son exactamente lo que el planeta necesita: ahorro de plásticos innecesarios, biodegradación, más ecológicos etc.
Y también lo que nuestra piel y cabello necesitan, ya que están compuestos de elementos que presentan mayor afinidad a nuestra naturaleza y no están derivados de la industria petroquímica.
¿Tú qué opinas? Cuéntanoslo aquí.
Si quieres conocernos te invitamos a visitar nuestra web (www.ideimperfecta.com) o pasar a saludarnos en redes sociales @ideimperfecta_shop.